martes, 6 de septiembre de 2011


Tus pezones oscuros, bellos.

Antes míos, en mis labios, en mis besos.

Tu desnuda piel vibrando con el acorde de nuestro sonido.

Imposible de olvidar y solo queda lo perdido.

Antes, todo fue antes, antes de verte, antes de amarte.

Nunca, en verdad que nunca fuiste mía, y quizás yo tampoco.

Ahora, solo me quedan las madrugadas en las que despierto sin tu recuerdo.



En todo esto, se esconde un nombre, tu nombre...