Se me cristalizan
las letras en tus ojos,
en el deambular de tu sonrisa.
Y me inunda la avaricia
de verte a oscuras
y solo vestida
con mil sonrisas.
Mil sonrisas
multicolores,
sonrisas enfáticas
y otras desquiciadas.
Pero yo me desquicio
cuando pienso
en el deambular del beso,
casi eterno.