martes, 25 de agosto de 2009

Volver a Empezar








Hoy te viro la cara para no recibir tus besos, esquivo tus versos. Hoy no mi diosa, quizá otro día, pero hoy no mi diosa amada. Mi verdadera diosa.


lunes, 24 de agosto de 2009

Soledad





Se me van las letras de la mente, el poeta ya no tiene que escribir.

Dejas deambular tu figura humana en una cortina de cabello negro, enrollado tu alma en aspas metálicas. Dejas de ser la de antes, pasas a ser la de ahora.

Pobre oscuridad que representas, esta estropeada, esta humillada. Mi diosa, ¿Dónde dejaste tu amor?

Ya no lo encuentro en tus abrazos, en tu mirada, en tus besos trémulos.

sábado, 22 de agosto de 2009

Gondwana Regresó a Ecuador




Gracias Gondwana por hacer vibrar los corazones de Quito, otra vez.

Ayer 21 de agosto se realizo un concierto muy esperado. Gondwana regresaba al Ecuador después de un año.

Y es que el grupo chileno ayer hizo bailar y cantar a todo pulmón los temas de su último disco Resiliente (no muchos se sabían las canciones) y también los temas románticos que tiene la banda.

También dar un fuerte abrazo a Alma Rasta que dieron un bien espectáculo y a la espera de su nuevo disco, que todo les salga bien.

Si hay algo malo que recalcar del concierto se puede decir que la fila interminable. Estuvimos desde las 19:00pm y hasta no más de las 22:00pm no pudimos entrar, era una cola interminable y apenas cada 15 o 20 min se avanzaba unos pequeños pasos.

Ya adentro, llegamos cuando Alma Rasta estaba en el escenario y mientras nos ubicamos les siguieron el grupo Guerrilla Clika, de este grupo no puedo decir gran cosa la verdad, no me gusto. En el trascurso de su tocada me dedique a hacer sitio en el suelo y acostarme a descansar. Ahora estoy en la universidad y tengo que levantarme a las 5:35am para las clases. Después de una hora de espera por fin se presento Gondwana y bueno, lo demás es demasiado como para contarlo, pero en sí, el concierto lleno mis expectativas y la de los otros recurrentes, un sueño hecho realidad, otra vez.

Al final hubo un momento de unión con todo y es que Gondwana sacó una bandera de Ecuador, la sostuvo y junto a ella hicieron el respectivo agradecimiento (arriba la foto)

Fue el mejor regalo de cumpleaños que me pude dar yo mismo, ya cumplí 18 años, soy mayor de edad, y me estoy haciendo viejo.

Jah Bless

sábado, 15 de agosto de 2009

Un Cuento Que No Viene A Nada VI




El recuerdo de Paula era el recuerdo de una viuda. Una viuda que el desecho de su vida porque se dio cuenta a tiempo que llevaban caminos diferentes.

Llevaba meses siguiendo esa amistad, una amistad dudosa que nunca proponía nada. Él sabía de la vida amorosa que su amada llevaba, pero cuando encontró la oportunidad de calar sus intenciones más sinceras una información le quitó el velo de sus ojos y solo ahí pudo darse cuenta que la persona que amaba estaba en otra realidad que él no veía.

Era la alocada vida que llevaba Paula, su embriaguez sobrenatural, sus atajos en la vida, su poca autoestima y más aun el sufrimiento que ella le causo a Jorge cuando acordaron ser amigos lo que causo en él la irremisible decisión de separarse de ella.

La amaba en lo absoluto, pero también le dolía tener cerca a la persona que amaba y no poder tocarla. Quería lo mejor para ella y decidió alejarse porque él sabía cuan duro sería llevar una carga tan pesada.

Fueron semanas duras de no llamarla, de pensarla, de descifrar esa dudosa mente. ¿Qué pasará por esa mente?

Consiguió llevar esa lucha por años, haciendo lo de siempre, hasta que ahora solo podía quedar postrado en una cama, con una confidente muda, pero llena de amor.

Así se desvaneció el amor, lo poco que quedaba de él. En su tumba resonaba la frase “solo Dios sabe cuánto te quise”. La había puesto Carla, en memoria a su viejo amante que yacía muerto e inerte.

En una mañana de diciembre cuando Carla fue al cementerio a visitarlo se encontró con una dama, rebosando unos hermosos ojos, aun no apagados, con el pelo hasta la cintura y una piel blanca. Llevaría la misma edad de Carla y sus expresiones denotaban profundas tristezas.

Cuando Carla le pregunto quién era ella le respondió que se llamaba Paula y que ahí yacía el único hombre que en realidad la amo y que ella no lo aprovecho.

Fin

jueves, 13 de agosto de 2009

Un Cuento Que No Viene A Nada V




Te escucho en soledad
buscándote donde no estás.

Trato de enganchar tu mirada,
contemplarla en la oscuridad,
te quiero.

Eran los primeros poemas que Paula recibió en la escuela. El autor no dejo nombre y hacia todo lo posible por dejar rastros de su presencia en los poemas, pero aprendió a reconocerlo entre la multitud.

Lo había reconocido por las constantes miradas que él le echaba en clases, un poco tímido pensó pero en su vida actual tenia tantos problemas arraigados que pensar en un amor infantil le era inoportuno. También creyó que él tenía tanto amor por entregarle y ella no se veía en la posición de poder recibir tanto amor, un amor muy grande.

Era tan altiva a su edad y tan llevada que tenía relación con mucha gente, niños de su edad, pero como si fuera una anciana, confundía sus caras, las mezclaba con otras y confundía recuerdos.

Cuando regreso de las vacaciones de verano ya no vio a su pretendiente anónimo que para ese entonces se marchaba en un largo viaje. Le causo la sensación que aquel niño tímido, un poco brillante y despabilado volvería a aparecer en su vida, sabía que él la quería tan profundamente que tarde o temprano se verían las caras.

Pasó un largo tiempo y la vida de ella cada vez iba en una decadencia pobre. Sus problemas familia se mezclaban con los del amor, siempre había una relación que era traicionada por la familia y en más de una ocasión le dijo a su amiga que su padre la maltrataba fuertemente y la encerraba en la terraza de la casa a pasar las noches.

También sus notas en la escuela sufrieron un descenso y eso produjo que se repitiera un curso. Había perdido las riendas de la vida, llevaba una desorganización total y en su ambiente revolucionario de niña adolecente llevaba siempre la ideología de ser una chica poco entendida, problemática y ambiciosa.

Con los años su vida fue de fiesta en fiesta, empezando a tomar y a los 17 años le conto a un amigo que se había convertido en alcohólica y que solía beber semanas enteras sin parar.

En una fiesta ella reconoció la mirada tímida que la veía a lo lejos, como de antes. Esta mirada la buscaba con constancia y ella con el paso del tiempo no supo darle cara a esa persona, la cara la tenía por supuesto, pero la confundía con algo nubloso, soleado, en una mezcla de luna y sol.

Él se le acerco tímidamente con un gesto de soltura natural y le dijo al con mucha claridad “me he enamorado una sola vez de una mujer en mi vida y esa eres tú”.

Ella lo reconoció al paso y se entablo una conversación ligera, amena y graciosa.

Desde que el llego habían concurrido en conciertos, estuvieron muy cerca el uno al otro pero nunca se vieron. Sus destinos habían estado unidos profundamente, pero ella solo veía a un amigo. Un amigo que cambio por completo; más maduro, interesante y pensante.

Pero era solo eso, un amigo. Estaba en mitad de una relación por terminar pues los chismes le dijeron que su hermana mayor estaba también con aquel chico.

La aparición de su antiguo pretendiente le causo profunda serenidad y en una cita que tuvieron ella le enseño los poemas que guardo de él, como un recuerdo de alguien misterioso y querido, pero no tan misterioso porque sabía quién era el autor.

Ella supuso que él sería ahora un gran poeta, pero él le mintió diciendo que solo escribía para ella, pero era tan grande su mentira que por su mente cruzaron los mil poemas escritos para diferentes amores de olvido.

Cuando Jorge conoció a su amor de años atrás se dio cuenta que ella era ahora un espejismo, ya no era una niña hermosa, pero aun así la amaba, pero no estaba claro si amaba su pasada silueta o su nueva belleza madura.

Después de muchos años resumidos de sus relatos Jorge acallo ante la mirada atónita de Carla y este le dijo que aún faltaba más, faltaba quitarle el velo a la viuda.

Continuara…