martes, 11 de diciembre de 2012
Adios poeta... transmutación
Adios poeta, nos veremos en otro infierno.
sábado, 8 de diciembre de 2012
En la playa
sábado, 24 de noviembre de 2012
¿Dónde?
con tu encantada melodía sorda,
muda e inerte,
que no deja de existir en el brillo de la noche,
yo me pregunto, ahora,
más que nunca,
¿dónde estás? ¿dónde te has quedado?
¿y si volverás?
¿y si me has amado?.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Primera carta rechazada.
miércoles, 10 de octubre de 2012
lunes, 2 de julio de 2012
Seguimos
miércoles, 28 de marzo de 2012
Se Cristaliza
Se me cristalizan
las letras en tus ojos,
en el deambular de tu sonrisa.
Y me inunda la avaricia
de verte a oscuras
y solo vestida
con mil sonrisas.
Mil sonrisas
multicolores,
sonrisas enfáticas
y otras desquiciadas.
Pero yo me desquicio
cuando pienso
en el deambular del beso,
casi eterno.
viernes, 24 de febrero de 2012
Aquí ya nada es lo mismo
Vuelve. Aquí ya nada es lo mismo. Escucho las mismas conversaciones en los mismos bares, las mismas bromas. Leo los mismos libros que alguna vez leíste tú, pero los leo más por costumbre o por volver a encontrarte en sus líneas. Aún tomo el mismo autobús que solíamos a coger, con la esperanza de que tu también subas en el, pero eso no pasa. Vuele, que ya nada es lo mismo sin ti. El sol es el mismo, las nubes parecen no moverse y la lluvia solo sirve para mojarme los zapatos mientras camino por las calles que antes eran nuestras. Ya no juego fútbol, ahora practico artes marciales mixtas con la esperanza de caerle a golpes a aquel que te abrace, no soy violento, pero créeme, él se llevara la mejor parte. Ya no escribo como antes, antes todo era distinto y distinta era mi prosa, mi inspiración, y tú.
Te cansará escuchar los mismos versos, a mi también pasa, pero, es normal supongo, caer en la rutina de la vida. Tú eras mi vida, sabrosa mujer. Es extraño escribir a un fantasma, pero, aquí ya nada es lo mismo, y tú dejaste de serlo.
miércoles, 25 de enero de 2012
Gracias
Cuando empiezas etapas nuevas en la vida es cuando en verdad empiezas a crecer como persona y como profesional. Pero de todas maneras, cuando llega el día en el que te enfrentas a un nuevo reto siempre necesitas aquellas palabras de aliento que te digan que pase lo que pase tú vas a salir adelante, que podrás con todo, y que confía plenamente en ti. Como aquella vez que decidí dejarlo todo y buscar otra carrera. Cuando mis padres se opusieron y quisieron darme la espalda. Solo tu me diste la mano, me brindaste una sonrisa y me alentaste. Creo que nunca te lo dije, pero gracias. Gracias a aquellas palabras no me he rendido y créeme que aprendí a luchar, todos los días.
Pero no lo niego, ayer después de aceptar aquel pequeño, pero primer empleo, a la salida estaba con la cabeza llena de cucos; si todo saldría bien, si se podría convertir en un trabajo estable y un sin fin de cosas más, y fue en esos momentos de reflexión que te recordé. Escuche tu voz y tus palabras de aliento, me animaste la tarde, sin querer, y sin querer me diste fuerzas y ganas para afrontar todas las cosas que están por venir. Y lo curioso de todo esto es que a pesar de que te has ido tan lejos tu recuerdo sigue haciendo cosas maravillosas por mi, aun sin querer queriendo. Gracias.