Ella: ¿En qué piensas?
Él: en nada
Ella: no te creo
Él: nunca me has creído y eso que siempre he sido sincero
Ella: siempre tuviste una labia maldita, no era sinceridad
Él: es lo malo cuando me conoces, me conociste mucho, quizá demasiado
Ella: quiero conocer al hombre que amo
Él: ya me conociste cuando escribimos nuestro poema juntos
Ella: Solo conocí tus trazos en el cuaderno, tus místicos besos mezclados con tus versos, me falta conocer la mirada que tienes con ella, esa mirada de amor
Él: confundes el amor con el odio
Ella: entonces confundo muchas cosas de ti
Él: cuidado mi amor, no confundas el amor que siento por ti, nunca lo pongas en duda
Ella: entonces ven y bésame otra vez
2 comentarios:
Definitivamente ‘ellas’ tienen otra química cerebral y no lo digo por machista, sino como un hecho, un abrazo, roger
pues yo creo que en la diferencia está el atractivo.
saludos, Jimmy
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