Los soplos rozan nuestras caras
resbalándose por nuestros cabellos
refrescando a nuestros cuerpos
atrapados en arena y sudor.
El sudor se hace constante
acompañado de un sutil ruido, animado, espontaneo
y sin control.
Otro soplo más, refresca,
motivando a que nuestros cuerpos dancen,
se abracen por doquier, piensen en nada
y éxtasis profundo por venir.
La arena ya nos sabotea
arañando nuestros costados, ahora solo tu espalda,
que imagen tan perfecta, la luna nos acompaña
pero siempre dándonos su intimidad mientras las nubes la cubren.
Tus pequeños dedos del pie se estiran,
contraen y tu pierna me ahorca contra tu cuerpo,
agarro tu mano, mi soplo es agitado y como tal castillo
el nuevo soplo del mundo se lleva a vos entre la infinita arena del decierto.
6 comentarios:
Estas hecho todo un poeta Jimmy!
Yo es que soy incapaz de rimar dos frases... asi que te puedes imaginar las que he escrito!!
¿y eso ocurrió antes o después de "cuando se apagó el universo"?¿ya te has recuperado de ese apagón?
abrazos
poeta del sexo o del amor, Jimmy?
la diferencia del viaje está en el brusco aterrizaje con o sin bandazos.
abrazos.
¡Me he llevado una sorpresa! Muy sentido tu poema, tu musa inspiradora debe estar feliz!
Saludos en verso!
me encantó el último párrafo, cuando creemos que solo nos cogen sin vernos, en estas letras es donde uno cae en cuenta de cuánto les importamos.
Precioso!
El contacto de los pies y las manos, donde danzan en si.
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